Redacción
Los Eagles de Filadelfia destronaron a picotazos la dinastía de los Chiefs de Kansas City y los aplastaron 40-22, la noche del domingo en el Caesars Superdome en Nueva Orleans para adueñarse del Super Bowl LIX.
Gracias a un trabajo defensivo notable y el buen trabajo de jugadores como el novato Cooper DeJean, cuya intercepción de un lanzamiento de Patrick Mahomes, terminó en touchdown de 38 yardas que puso a los Eagles arriba 17-0 y encendió el Superdome.
Los Eagles llegaron al descanso de medio tiempo con una ventaja de 24-0 sobre los dos veces campeones defensores, una de las diez mayores ventajas en la primera mitad en la historia del Super Bowl.
En el tercer cuarto, un certero pase de Jalen Hurts y la magnífica atrapada de Devonta Smith al fondo terminó en un touchdown de 46 yardas, que amplió la ventaja de los Eagles a 34-0 y le dio un golpe mortal a los Chiefs. Los de Kansas City anotaron 6 puntos con una atrapada de 24 yardas de Xavier Worthy, para no irse en blanco.
Las estrellas de los los Chiefs, Patrick Mahomes y Travis Kelce, fueron neutralizados por una sólida defensa de Philadelphia y vieron truncados sus sueños de alzarse con el tercer trofeo Lombardi consecutivo, algo sin precedentes.
Para los Eagles este es su segundo título de la liga pues alcanzaron el primero en 2018
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