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Esta tarde Diego Armando Maradona fue internado en el sanatorio Ipensa de La Plata para realizarse una serie de chequeos, tras consensuar la decisión con Leopoldo Luque, su médico personal, y luego de una conversación-discusión con Matías Morla, su apoderado, quien no lo veía bien desde hacía varios días. Al director técnico de Gimnasia no estaba de buen estado de ánimo, comía poco (lo que derivó en un cuadro de anemia) y mostraba un cuadro de ansiedad.
El ex capitán de la Selección había atravesado una semana dura, dado que había estado aislado luego de haber tenido un contacto estrecho con un cuadro sospechoso de coronavirus. El viernes, en la previa de Gimnasia-Patronato se realizó en el “Bosque” un homenaje a Maradona, que incluyó fuegos artificiales, placas y saludos, entre otros, de Claudio “Chiqui” Tapia y Marcelo Tinelli. Pero la imagen que quedó en la retina de todos, tanto de los presentes como de los televidentes, era la de un Maradona frágil, con dificultades para caminar y hablar.
Leopoldo Luque dio declaraciones en la puerta del sanatorio y explicó las causas de la internación. “Está mal psicológicamente y repercute en el cuerpo, se alimenta mal, te cambia todo. Es el facto principal que lleva a que sea internado”, enfatizó, y explicó que el tiempo de permanencia en la clínica dependerá del propio astro y de su médico.
“Los días que esté acá es algo que tengo que trabajar yo, Diego está bien, de alta se va cuando quiera. Mi idea es tenerlo a lo mejor tres días para ajustar tratamientos y ver la evolución. No hay nada de urgencia”, agregó.
“Diego perdió peso porque venía entrenando. lo vi triste, nos llevó a internarlo de común acuerdo. Diego es una persona de ciclos, a veces está muy bien y de a ratos no tan bien. No me gustaba el momento en el que estaba. Traerlo acá lo ayuda”, insistió con el concepto. Además, remarcó que poca gente tendrá acceso a verlo ante los peligros que propone el coronavirus: “Por el tema de la pandemia va a estar con la mejor cantidad de gente posible”.