ADM | Redacción.
Madrid, España.- Barcelona parece estar entrando en una mala racha tras su pésimo resultado en Champions League. Los de Ronald Koeman cayeron en el Wanda Metropolitano 2-0 ante el Atlético de Madrid que tuvo en Luis Suárez a un auténtico pistolero con una asistencia y el gol de la sentencia.
Atlético de Madrid encontró su recompensa con la anotación de Thomas Lemar que desequilibró al Barça y hasta provocó una fuerte discusión entre Gerard Piqué y Sergio Busquets por el tema de la marcación al jugador que emprendió una larga carrera para culminar la jugada, del mismo Suárez, en el fondo de las redes.
Antes del silbatazo del medio tiempo, Suárez colocó el 2-0. El exfutbolista blaugrana ofreció disculpas, pero no pudo evitar la felicidad de su anotación que fue producto de una gran recepción de la pelota que le sirvió Lemar, el uruguayo se acomodó y ante el recorte de Ter Stegen definió con Piqué como espectador en la línea. Suárez mandó el mensaje claro: una llamada telefónica a Koeman, quien desde el palco solo lamentó el gol.
No hubo manera en la que Barcelona se viera con posibilidades de acortar distancias para emprender el empate y luego hacer la remontada. Mientras Koeman ejecutó cambios con la entrada de Riqui Puig, Luuk de Jong y Ansu Fati, Diego Simeone se dedicó a animar a su afición para hacer del Metropolitano un auténtico infierno.
Y así fue, Barcelona terminó con una derrota que se liga a la de Champions ante el Benfica de media semana, para seguir estando lejos de la zona privilegiada en la tabla. Por su parte, Madrid ejerce presión al Real Madrid en la cima.