ADM | Redacción.
Tokio, Japón.- Después de esperar un año extra, los anfitriones se lucieron con un despliegue de tecnología, tradición y estética, que se observó por televisión o redes sociales, por millones de espectadores.
Con gradas vacías en el estadio Olímpico debido a la pandemia por Covid-19 y estrictas medidas sanitarias para el ingreso, los anfitriones le dieron a sus costumbres, valores y espíritu olímpico, el papel protagonista de la apertura. También dedicaron tiempo para recordar a los atletas fallecidos en la edición de Múnich 1972 y las víctimas del Covid-19.
Aros olímpicos de madera fabricados de árboles plantados en 1964, última vez que Tokyo fue sede de los Juego, un homenaje a sus héroes deportivos y una globo terráqueo gigante creado por cerca de dos mil drones, fueron algunas de las peculiaridades de la fiesta deportiva .
Grecia inauguró el desfile de delegaciones y Japón lo cerró. Angelique Kidjo, Alejandro Sanz, John Legend y Keith Urban, entonaron Imagines para dar el toque musical a la fiesta deportiva, además de escucharse el Bolero de Ravel.
Fue el emperador de Japón Naruhito el encargado de la declaratoria inaugural de los Juegos previo al encendido del pebetero olímpico que realizó la tenista Naomi Osaka.
“Es el momento de la esperanza, de unificar el deporte y dar un mensaje de resiliencia y esperanza. Quiero presentar mis respetos a los japoneses porque han hecho un extraordinario trabajo. Gracias a los voluntarios, ustedes son los mejores embajadores de su país”, dijo Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional.
“Ustedes, deportistas, no sabían si se llevarían a cabo los Juegos o no, pero fueron perseverantes, son unos verdaderos atletas olímpicos y nos inspiran para hacer este momento posible”, añadió.
Si bien la ceremonia adoleció de los 68 mil espectadores en las gradas del estadio Olímpico, los organizadores y 6 mil atletas en el escenario se encargaron de proyectar la reconstrucción de Japón y la resiliencia del Movimiento Olímpico en tiempos de Covid-19.