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Los Buckeyes intentaron competir, y lo hicieron durante buena parte de la primera mitad, pero el gas no les alcanzó y terminaron devorados por Alabama (52-24), que se adjudicó un nuevo título colegial en el futbol americano de Estados Unidos.
El Crimson Tide levantó su título número 18 en la NCAA, con lo que confirmó su dominio. El ataque de Ohio State compitió, pero la defensa no pudo ante Mac Jones y compañía. El quarterback de Alabama finalizó con 464 yardas y cinco pases de anotación, tres al estelar receptor DeVonta Smith, quien demostró que está completamente listo para la NFL, al igual que varios de sus compañeros.
El entrenador Nick Saban confirmó ser un genio en el futbol americano colegial. Su equipo vapuleó a los Fighting Irish de Notre Dame en el Rose Bowl, que fungió como semifinal, y ahora lo hizo con Ohio State, que venía de dar la sorpresa al eliminar a los Tigers de Clemson, cuyo pasador (Trevor Lawrence) será la primera seleccíón en el próximo Draft de la NFL.
Eso explicó la desilusión de los Buckeyes, porque su nivel es bueno, pero no suficiente para superar a ese monstruo en el que Saban ha convertido al Crimson Tide de Alabama.