ADM/Redacción.
Orlando, Florida.-
El partido de playoffs de la NBA de este miércoles entre Milwaukee Bucks y Orlando Magic fue escenario de un boicot inédito. Luego del ataque policial contra el ciudadano afroamericano Jacob Blake sucedido el 23 de agosto en Wisconsin, los jugadores decidieron no saltar al terreno de juego y la liga anunció que pospuso todos los compromisos que debían jugarse hoy.
“La NBA y la NBPA anunciaron hoy que a la luz de la decisión de los Milwaukee Bucks de no tomar la palabra hoy para el Juego 5 contra los Orlando Magic, los tres juegos de hoy: MIL-ORL, HOU-OKC y LAL-POR han sido pospuestos. El juego 5 de cada serie se reprogramará”, informaron en redes sociales.
“Estamos cansados de los asesinatos y la injusticia”, declaró el base de los Bucks, George Hill, al periodista Marc J. Spears de The Undefeated. Se aguarda por un comunicado oficial en los próximos minutos.
En las últimas horas jugadores de otros equipos, como Toronto Raptors y Boston Celtics, habían dicho que estaban estudiando no jugar su siguiente partido en protesta por el ataque policial del domingo contra el afroamericano Jacob Blake, que reavivó las protestas contra el racismo en Estados Unidos. El hecho sucedió en Wisconsin, estado de la ciudad de Milwaukee, por lo que los jugadores de los Bucks sintieron que eran ellos quienes debían actuar.
Tras la noticia, varias estrellas de la NBA como DeMar De Rozan, Donovan Mitchell y Jamal Murray, se expresaron en las redes sociales apoyando a sus colegas y exigiendo “cambios” y “justicia”.
LeBron James ya se había manifestado sobre el lamentable episodio: “¡Y ustedes se preguntan por qué decimos lo que decimos sobre la Policía! Alguien, por favor, dígame. Exactamente otro hombre negro al que apuntan. ¡Esta mierda está muy mal y es tan triste! ¡Siento tanta pena por él, su familia y nuestra gente! Queremos justicia”, escribió en su cuenta de Twitter, donde citó una publicación en la que se ve el video del tiroteo.
La grabación que se viralizó fue filmada con un teléfono celular y muestra a un hombre afroamericano seguido por dos policías con armas en la mano mientras rodea la parte delantera de una camioneta gris. Cuando abre la puerta y trata de sentarse en el asiento del conductor, uno de los agentes lo toma por la camiseta y parece dispararle repetidamente en la espalda. Se pudieron escuchar siete disparos en el video, aunque no estaba claro si más de un oficial disparó.